13 de mayo de 2004. Librería De Viaje. Madrid.
Aprovechando la presentación del libro "El Tigre de Agua" de Luis Bruzón, La Panda de Ray se presentó en Madrid. Nervios iniciales por las precarias condiciones acústicas de la sala y porque entre el público no predominaban las caras amigas. Nervios que desaparecieron con los primeros acordes.
El gerente de De Viaje nos felicitó, dijo que había pasado un rato estupendo y que no habían tenido hasta ahora un evento como ese.
¡¡¡¡A la gente le gustó!!!! Parece increíble pero es así. Durante el vino ofrecido a continuación se oyeron cosas como estas: "me encantó el blues"; "el relato es agradable y se desea que acabe la música para que César siga narrando"; "las baladas sonaron muy bien pero los temas rápidos empastadísimos, incluso molestos al oído" (suponemos que no se referían a la calidad de los músicos sino al local).
Nadie se percató de las salidas de tono, que alguna hubo, y el despiste del pianista en "Polkadots" pensaron que era una improvisación.
(¡¡¡Gente así nos interesa como público asiduo!!!).
Una amiga dijo que la presencia de César narrando es muy agradable por la fantástica manera de expresarse pero que, cuando toca, con esa pose medio agachada, con las venas de cuello hinchadas... parece encontrarse en uno de los últimos estertores. También llamó mucho la atención del público que el clarinetista, en ciertos temas, se fuera hacia la pared de la izquierda a ver las fotos... ja, ja, ja.
Entre el público asistente se encontraba, de incógnito hasta el final, Pedro Calvo, autor del relato que representamos. A pesar de ser crítico de jazz, aseguró que le encantó el espectáculo.
Bueno, resumiendo, que la gente se lo pasó bien.
Gracias a José María Gil por hacernos (y mandarnos) estas fotos:
Nos salieron los colores tocando.
¡Cuánta elegancia!
13 de marzo de 2004. Rivas Vaciamadrid. (Madrid)
Bueno, sí, siempre tocamos en Rivas ¿y qué? al fin y al cabo, vivimos allí. Si nos invitas a tocar en otro lugar, pues allá que vamos, qué tampoco vamos a andar con remilgos para mover al loro. Y, hablando de loro, por fin este día nos decidimos a sacarle de la jaula. Con razón, porque era el primer día que nos presentábamos con el nombre (esperemos que definitivo) de La Panda de Ray.
Este día tocamos junto a Jazz Lemon y Saudade. Pero... ¿quién cerró la fiesta? Nosotros, por supuesto ¿qué esperabas? Los ánimos no estaban para muchas alegrías después de lo sucedido en Madrid tres días antes pero logramos recomponernos y ofrecer un concierto digno y reivindicativo, donde demostramos que al final se puede hacer justicia.
29 de abril de 2003. Rivas Vaciamadrid (Madrid)
Coincidiendo con la presentación del número 12 de la revista Prima Littera, se presentó oficialmente esta panda. Aún seguíamos siendo jurásicos pero ya teníamos a Stizzy como mascota. Aunque me esté mal el decirlo, lo cierto es que esa presentación supuso un gran éxito y juro que el público no había bebido aún. Tanto nos embriagaron los aplausos que nos animamos a seguir tocando.
También es cierto que, aunque ilusos, no somos sordos y, conscientes de nuestros errores de novatos, nos propusimos corregirlos para próximas ocasiones.
30 de noviembre de 2002. Rivas Vaciamadrid (Madrid)
Realmente no fue un concierto, sino una modesta participación en un concierto colectivo. Lo que sucede es que nos gusta recordarlo porque fue la primera vez que la Panda se atrevió a salir del armario, digo del local de ensayo. Aquel día sólo tocamos dos o tres canciones y aún no habíamos empezado a contar historias.
Nos hacíamos llamar The Jurassic Jazz Band o La Banda Jurásica de Jazz (nunca legamos a ponernos de acuerdo) y, digo yo, que con el nombre tan bonito que tenía ¿por qué nos lo cambiamos? Quizá algún día nuestros biógrafos investiguen sobre ello.